Por el año
de 1900 caminaba por la calle el güero galán era perfecto en la ciudad, le
decían el "güero galán" por galán y güero sus ,ojos zarcos
perseguían a una san juaneña guapa,
alta, frondosa de pelo largo, morena de
ojos prietos y con una andar de reina la llamaban "la juanota" el
güero andaba loco por ella pero ella tenía marido, no supo cómo paso pero
corresponder al amor fue difícil pero sus dos locos corazones se unieron a la pasión
tal vez se refugiaron en la sombra de la luna y un lecho de arena, el caudaloso
rio san juan lo malo fue que al marido le contaron sobre ese amor. El la acechó
cual cazador a su presa y ella como siervita campera cuido sus pasos pero no
dejo el amor los dos grandes ilusos para vivir su pasión le cubrieron los ojos
al sol pero los celos del marido como llamaradas de fuego la acorralaron le
cerraron la tranca y lanzaron la ilusión, el amante desesperado sentía la ausencia,
buscaba su amada y ella impaciente lo esperaba. Una tarde todavía con claridad
del crepúsculo el marido saco de la casa a su bella mujer tomaron el rumbo de Tuxpan
caminaron ya no adentro a campo abierto ella presentía la intención, gritaba de
miedo mientras el escondía sus celos y el rencor caminaron entre brechas y
marañas el nada le preguntaba, ella nada decía. Al llegar a un terreno baldío
se detuvieron ella inclino la cabeza por el peso de la culpa, el apretando la mandíbula
se preparaba para el castigo, te voy a matar le dijo ella guardo silencio
pensaba en la humedad de la arena y en las mariposas volando en medio del amor,
en ese momento el la mato, cavo la fosa la enterró, cubrió el lugar con marañas
y piedras y se fue. Camino sin corazón porque lo enterró en la fosa junto a
ella pasaron cada vez más y más días y el güero galán se impacientaba comenzó a
buscar a su amada, nadie la había visto pensó entonces en el marido mando que
lo detuvieran y bajo sospecha lo encarcelo, jamás se supo si por las buenas o
por las malas, pero el marido confeso la verdad y los llevo al lugar de los
hechos, quitaron las piedras y la tierra y ahí estaba la bella mujer que
arranco suspiros al pasar su hermosura una vez adorno las calles del barrio de
san juan. El güero galán enfurecido y con los ojos llenos de lágrimas le dictó
sentencia y ahí mismo lo mato, lo enterraron en la misma fosa y en la misma
enterraron también los celos y la traición, pero quedo en la nostalgia el amor. A través de los años sobre de la
fosa que guarda la traición y el amor se levanta lo que hoy es el cerezo de iguala.
integrantes:
Eduardo Mejia Garcia
Daniela Jimenez Nava
Lilia Fabiola Castillo Mendosa
integrantes:
Eduardo Mejia Garcia
Daniela Jimenez Nava
Lilia Fabiola Castillo Mendosa
Muchas gracias! Me gustó mucho.
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