jueves, 6 de noviembre de 2014

"El Cerro De Atachi"

(Mito De Taxco)

Cuentan nuestros antepasados que Taxco siempre ha sido uno de los pueblos más religiosos, pero nunca faltan individuos, que tal vez por falta de moral o por ignorar los principios religiosos, ofenden a dios, quizás inducidos por el demonio, quien les promete bienestar y riquezas en abundancia. De hecho en un templo los taxqueños fueron víctimas de esas tentaciones, dejándose arrastrar a tal grado, que dios, en castigo y para desaparecerlos de este mundo, formó una gran tempestad en forma de una gran "culebra de agua", que amenazaba con estruendosa furia.
Al sentir el peligro, arrepentidos los habitantes se postraban, en la tierra haciendo cruces con los brazos y dedos, pidiendo clemencia del cielo, mientras que un anciano cura, a petición de los fieles, hacía uso de toda clase de reliquias para conjuntar tan escalofriante amenaza y cuéntese que postrado en tierra, al igual que todos los habitantes, rezando pedía a dios misericordia, tomando unas tijeras cortó a la culebra en dos partes y de inmediato se dejó de ver lo azul claro del cielo mientras los extremos, entre nubes borrosas y aires huracanados, caían las dos partes, de la mencionada culebra, habiendo caído la parte que comprende la cabeza en el centro del cerro de Atachi, y que como todos saben, se encuentra en la parte noroeste de la ciudad, dejando escapar a su vez, fuertes torrentes de agua que arrasaban todo a su paso convirtiéndolo en escombros.
Al darse cuenta el anciano sacerdote de lo que había hecho la anterior hazaña, vuelve a hacer un acto de fe para enmendarla: de la pendiente de una roca brotaba el agua por un pequeño hoyo, y no sin antes bendecir el lugar, cogió una piedra de metate que se encontraba en un lugar mal puesta, para taparlo haciendo prometer a sus habitantes no volver a ofender a dios impunemente y en caso de hacerlo, que la misma agua quitara dicho tapón para arrasar la ciudad, con todas sus riquezas y habitantes.
La otra parte que comprende la cola, fue arrastrada y sepultada a su vez en el misterioso cerro del gigante, ubicado frente a la cascada de Cacalotenango, localizándose en dicho cerro la roca en forma de silla, y que se denomina la silla del diablo.

En la actualidad, en la punta del cerro, un poco arriba de la "silla del diablo", los pobladores y gente piadosa, colocaron una cruz efecto de protegerse y no ser víctimas del encanto, o que algún día se lleguen a unir las dos partes de la antes referida culebra provocando la inundación de Taxco.




Nota de voz 017.m4a


Jeider Layaim Aguillón Martínez
Cesar Antonio Bailón Segura
Viridiana Nava López

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